Friday, July 14, 2006

Domingo 7:30 a.m.


Es raro ver Av. Andres Bello sin vehiculos. Solo por pocos minutos durante un día común se puede apreciar la avenida vacia, esta avenida que se codea con el rio que atraviesa Santiago y recibe lo peor de nosotros.
El Domingo muy temprano se puede ver mucho de lo peor de nuestra libertad. Esa libertad que nos da derecho a reunirnos con nuestros amigos haciendo la noche día y envueltos en el brillo de una luz de neón que nos hace creer que siempre seremos jovenes y que el tiempo no pasa por nuestra fragil existencia.
Despues de varios años volvi a ver amanecer un Domingo, con todas esas cosas raras que pasan a esa hora, gente que va a trabajar, que viene del trabajo, gente a misa y algunos como yo que no quieren que la noche acabe. Es el momento en que las vidas de todos se cruzan, la señora que va a comprar las verduras se encuentra con el hijo de su vecina que compra cigarros para continuar la discusión sin sentido alrededor de una mesa llena de cervezas y al verse no se encuentran, los dos rehuyen la mirada, no hay nada que decir.
Con Alejandro sentados en una mesa del mercado de Maipú me trata de convencer sin mucho argumento que no quiere tomar más, que se va a enfermar y que esta chato de dar jugo.... jajaja solo me río, nada que decir, solo me río. Yo le digo que no hay mucho que hacer al respecto, que cuando uno pasa cierta edad y sigue la marcha de la noche hasta que todos digan lo contrario no hay mucho que hacer. Uno no cambia, uno siempre va a gustar de la noche, del humo, del alcohol y de una mesa donde desnudar el alma desgarrando todo lo que llevas a cuestas.
Avenida Andres Bello me saluda con los primeros rayos de sol, camino por el Parque Forestal y me doy cuenta que como zombies defilan varios personajes de la fauna santiaguina en busca de la noche eterna. Llegando al Mercado Central nos saludan alegres los locatarios y me mezclo con unas chicas que vienen de un matrimonio, unos punks que toman desayuno y un viejito que debe ser de la misma edad de mi padre pero que no tuvo la fortuna de el que duerme en su casa abrigado mientras este caballero junta un par de monedas para tomar su primera o última copa del día.
Santiago no duerme, son las 7:30 y Andres Bello esta vacia como nunca, el mercado esa lleno... Santiago no duerme.